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La Diócesis recibe el mandato para atender, acompañar y apoyar a la Iglesia de dicho Vicariato, que será guiada por el recientemente nombrado Obispo Vicario Apostólico, Monseñor Gonzalo Alfredo Ontiveros Rivas, del clero de misma diócesis. La gratitud de los Obispos.
“Se nos ha dado un encargo desafiante que, a la vez, es una manifestación de la gracia de Dios”: recibe con gran fe, la Diócesis de San Cristóbal en Venezuela, guiada por el Obispo Monseñor Mario Moronta y por Monseñor Juan Alberto Ayala Ramírez, Auxiliar, el Ius Comissionis del Vicariato Apostólico de Caroní emitido por decreto por la Congregación para la Evangelización de los Pueblos, que preside el Cardenal Luis Antonio Tagle. Con el decreto la Diócesis recibe el mandato para atender, acompañar y apoyar a la Iglesia de dicho Vicariato, que será guiada por el recientemente nombrado Obispo Vicario Apostólico, Monseñor Gonzalo Alfredo Ontiveros Rivas, del clero de misma diócesis, quien se desempeñó como capellán militar y vicecoordinador del equipo encargado de la preparación del centenario de la diócesis.
En el comunicado se recuerda la labor misionera impulsada por la diócesis y los numerosos sacerdotes y religiosas cuya labor apostólica se hace sentir en diversos lugares de Venezuela y del mundo, así como el decidido aporte de los laicos que han emigrado en variados campos del quehacer evangelizador.
Se señalan, además, los tres grandes elementos característicos del Ius Commissionis: en primer lugar, hermana la Diócesis de San Cristóbal con el Vicariato Apostólico de Caroní. Dicha hermandad se manifiesta ante todo con la oración continua por la Iglesia hermana y su pastor, y también con el envío de sacerdotes diocesanos, seminaristas y laicos para cooperar en el trabajo misionero y pastoral. De hecho, tal como informan los obispos, ya han sido designados tres presbíteros y dos seminaristas para iniciar la cooperación misionera. La hermandad supone también el aporte de ayudas materiales y económicas para la acción pastoral. El segundo elemento característico es el de la comunión, expresión de la caridad pastoral, que conlleva la unión en la misma fe y la solidaridad. Así, “en comunión fraterna” se comparte “la fe, el anuncio del Evangelio, la edificación del Reino, la defensa de la casa común y de la dignidad de los seres humanos” con los hermanos de Caroní, como también “los carismas propios de la diócesis”, la profunda fe del pueblo tachirense, el entusiasmo evangelizador de los laicos, el servicio desinteresado de los sacerdotes de San Cristóbal. El tercer elemento es el de la sinodalidad, el “caminar juntos” en el quehacer evangelizador, cada uno con “una responsabilidad particular”, y a la vez todos “actores importantes de la acción pastoral de la Diócesis”. Con el “Ius Commissionis”, se explica, la Diócesis de San Cristóbal extiende “las dimensiones” de su “caminar juntos” para incluir ahora “al Obispo, Presbiterio, Religiosas y Laicos del Vicariato”.
El encargo supondrá la formación continua para la Misión por parte de todo el Pueblo de Dios, y, para ello, “el Seminario Diocesano, la Universidad Católica del Táchira, el Instituto Universitario de Estudios Eclesiásticos “Santo Tomás de Aquino” y el Consejo Diocesano de Laicos” deberán encargarse de “promover la cátedra de Misionología y cursos afines”. Asimismo, está ya en marcha la constitución de un voluntariado de jóvenes que deseen participar en una experiencia misionera en Caroní, con las puertas abiertas, por otra parte, a una colaboración misionera de otros laicos adultos.