Administrator
Aunque la tencología ha avanzado mucho en 60 años, seguimos sin poder usar el teléfono.
odos conocemos la retahíla de memoria: "Por favor, asegúrense de que sus asientos están en posición vertical, las bandejas plegadas, las persianas subidas, los ordenadores portátiles guardados en los compartimentos superiores y los dispositivos electrónicos en modo avión".
Es evidente que las cuatro primeras son razonables, ¿no? Las persianas tienen que estar subidas para que podamos ver si hay una emergencia, como un incendio. Las mesas retráctiles deben estar plegadas y los asientos en posición vertical para que podamos salir rápidamente del asiento en caso de necesidad. Los ordenadores portátiles podrían convertirse en proyectiles en caso de emergencia, ya que los bolsillos de los respaldos de los asientos no son lo suficientemente resistentes para contenerlos.
En cuanto a los teléfonos celulares, tienen que estar en modo avión para que no puedan causar interferencias con los aparatos de vuelo, ¿verdad? Bueno, todo depende de a quién preguntemos.
La navegación aérea y sus comunicaciones se basan en sistemas de radio, que desde los años 20 se han optimizado para minimizar las interferencias. En cuanto a la tecnología digital que se utiliza actualmente, es mucho más avanzada que las antiguas tecnologías analógicas que se utilizaban hasta hace 60 años.
Las investigaciones demostraron que los dispositivos electrónicos personales pueden emitir señales dentro de la misma banda de frecuencias que los sistemas de comunicación y navegación del avión, creando lo que se conoce como interferencias electromagnéticas.
Pero en 1992, la Autoridad Federal de Aviación de EE.UU. y Boeing, en un estudio independiente, investigaron si el uso de dispositivos electrónicos provocaban interferencias en los aviones y no encontraron problemas con los ordenadores u otros dispositivos electrónicos personales durante las fases no críticas del vuelo (los despegues y aterrizajes se consideran fases críticas).
La Comisión Federal de Comunicaciones de EE.UU. decidió crear frecuencias diferenciadas para los diferentes usos -telefonía móvil, navegación y comunicaciones de los aviones- para que no interfirieran entre sí. Gobiernos de todo el mundo desarrollaron las mismas estrategias y políticas para evitar las interferencias. En la Unión Europea, los dispositivos electrónicos activados están permitidos desde 2014.